En noviembre, Europa recuerda la caída del Muro de Berlín (1989), el desmoronamiento de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría. Pero no todos lo celebran. ‘El fin de la Unión Soviética no fue un día festivo’, así suena en Transnistria, la República rebelde de Moldavia, en donde Lenín todavía sigue en su pedestal.