David y Goliath en Guatemala

La privatización de la distribución energética puede tener consecuencias mortales, según parece en el departamento de San Marcos en Guatemala. La población local se enfrenta a una empresa de energía española gigante y al aparato militar guatemalteco. MO* tuvo que realizar en secreto su investigación en el lugar.
Vivir es un emprendimiento peligroso en San Marcos, departamento guatemalteco fronterizo con México. Algunas fuentes de este artículo han sido amenazadas de muerte varias veces. Por eso casi nadie quiere dar comentarios grabados. Entrevistas por teléfono constituyen un riesgo demasiado alto.
Citas para entrevistas se hicieron en códigos. Durante la investigación tuve que cambiar todo el tiempo de carro, dormir cada vez en otro lugar y hacer entrevistas detrás de vidrios polarizados. En una de las conversaciones descubro que la persona entrevistada está con  todos los detalles al tanto de con quién hablé por teléfono y cuándo y dónde estuve y a qué hora. Pero sigo vivo.

El 22 de marzo un policía mató de un balazo a Santiago Gamboa en el municipio de Las Brisas. En los meses anteriores murieron  Evelinda Ramírez Reyes y Octavio Roblerez. Los tres eran dirigentes populares de  lo que se está convirtiendo en  una versión fatal de David y Goliath en Guatemala.
David aquí lleva el nombre de Frena (Frente de Resistencia en Defensa del Pueblo y de los Recursos Naturales) y  Goliath es la Unión Fenosa. Desde el año pasado esta empresa energética forma parte de otra multinacional española, Gas Natural,  que en el 2009 tuvo una ganancia de 1200 millones de euros.


Tumulto en Las Brisas


Hace algún tiempo que la violencia va en aumento y está cobrando mucho más víctimas que los 3 dirigentes mencionados. “En el verano del 2009, el dirigente de Frena, Víctor Gálvez, recibió amenazas y golpes del alcalde la pequeña ciudad de montaña Malacatán y del hijo de un diputado”, declaran varias fuentes. Gálvez fue asesinado el 24 de octubre.
El 22 de marzo, subcontratistas de Unión Fenosa, escoltados por la policía, retiraron unos transformadores de la aldea Las Brisas. Los habitantes que intentaron impedirlo fueron atacados con gases lacrimógenos; sin embargo, después del tumulto y sin tener armas, lograron desarmar a las policías. Los transformadores fueron reinstalados y se firmó un acuerdo relacionado con los hechos, pero de pronto aparecieron 250 policías nacionales y una treintena de militares y en el enfrentamiento fue asesinado de balas a Santiago Gamboa en una casa del pueblo.


Navidad a oscuras



Las raíces del conflicto se montan al año 1996 cuando el presidente Álvaro Arzú decidió privatizar el sector energético y Unión Fenosa se convirtió en la única distribuidora de energía para casi todo el país. Con el paso de los años el número de familias que se conectaron a la red eléctrica, aumentó de un 47% a un 85%;  pero los precios por el servicio también incrementaron sistemáticamente.
Frena tiene años de oponerse a estas tarifas altas y de denunciar el servicio deficiente. Pero los intentos de  diálogo con la empresa energética no dieron ningún resultado, razón por la cual desde finales del 2008 varias personas suspendieron el pago de sus facturas de electricidad.
Un corte de energía de varios días en época de Navidad ese año incrementó las protestas. Varios manifestantes fueron encarcelados durante semanas. “Esto fue el punto de quiebra en el conflicto; desde entonces las contradicciones solo han ido en aumento”, dice Claudia Samaoya, coordinadora general de la organización de protectores de los derechos humanos, Udefegua.
José Raul Maldonado, dirigente local y departamental de Frena: “Queremos una revisión del contrato con  Fenosa. El gobierno tiene que convertirse de nuevo en distribuidor de energía y nosotros queremos formar nuestra propia empresa intercomunal que devuelve las ganancias para el desarrollo de la comunidad”. Maldonado tiene su propia opinión sobre las facturas que a veces suben hasta 100 quetzales mensuales. “¿Cómo podemos pagar esto, si solo ganamos unos 30 a 35 quetzales (unos 3 euros aprox) al mes?”. No obstante, según los medios de prensa guatemalteca, los precios de la energía pueden aumentar en mayo todavía en un 40 a 85%, dependiendo de la región. 

Felicitaciones por  90.000 quejas



A finales de noviembre del 2009 una consulta popular de parte del gobierno municipal de Malacatán preguntó si Unión Fenosa debía o no seguir operando en el territorio. 23,127 de un  estimado de 25,000 personas con derecho al voto se pronunciaron a favor del retiro de Fenosa.
¿Consecuencias? El 22 de diciembre 2009 el Consejo de Ministros completo, junto con el Presidente, decretó el estado de sitio en el departamento de San Marcos. No se dieron razones ni hubo un motivo notorio –a no ser la seguridad de los ingresos para la Unión Fenosa. Desde entonces los derechos constitucionales en San Marcos sufrieron un recorte significativo: se cortó la libertad de expresión; asambleas y reuniones están prohibidas.
 “Frena es una organización ilegal que baja directamente de  la red eléctrica la energía que nosotros vendemos y distribuimos”,  reacciona el portavoz de Fenosa Héctor Salvatierra. “Tenemos unas 300 quejas sobre robo de energía, sabotaje y tarifas  ilegales cobradas por Frena por bajar la energía. El monto de la deuda ya asciende a 80 millones de quetzales (unos 7.5 millones de euros)”. Lo que a Salvatierra no le impresiona es que los habitantes también depositan  quejas contra la empresa. “Las 90,000 quejas que se recibieron al inicio del  año pasado, no todas tenían que ver con nosotros. La verdad es que deberían felicitarnos porque ni el uno por ciento de nuestra clientela tiene quejas”.

Poder y responsabilidad



“El estado de sitio nos permite restaurar un servicio que ahora se está robando. La situación no es la ideal, pero es mejor que antes cuando no podíamos operar para nada en la región”, agrega Salvatierra. El defensor de los derechos humanos Julio Rosales: “El estado de sitio puede justificarse para traer estabilidad en una situación de violencia, para facilitar el diálogo. Pero en este caso solo se atienden los intereses de Fenosa mientras el pueblo y los líderes de la organización de resistencia gozan de  plena libertad”.
Ramón Cadena, notario y jurista de la Comisión Internacional de Juristas, va más allá rechazando la legalidad del estadio de sitio.
Varias fuentes explican el poder de la Unión Fenosa por sus supuestos nexos con Juan Ortiz, un capo local de la droga. Fenosa niega tener estas relaciones, a pesar de que una de sus oficinas locales está ubicada en un edificio de Ortiz. Las fuentes confirman que Ortiz puso los ojos en  la generación local de energía y que tiene responsabilidad en  varios asesinatos.
“En países menos estables, una empresa multinacional debe fijarse bien con qué partenarios locales está colaborando” reacciona Claudia Samayoa de Udefegua, refiriéndose al hecho que varias ONG´s  señalan problemas parecidos de Unión Fenosa en Nicaragua y Colombia y cuestionan la actitud de la Unión Europea.
Bajo la presidencia de Suecia en la UE se redactó una nota que prohibía a empresas europeas involucrarse en  violaciones de derechos humanos en terceros países. Varias organizaciones informaron al gobierno español y la comisión europea de los problemas con la empresa española Unión Fenosa en San Marcos, pero no han recibido ni la menor reacción oficial.

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