Gilberto Gil: ‘Derechos digitales para todos’

Un decorado sobrio, modesto en un Bozar imposante. Dreadlocks largos y negros sobre una camisa blanca. Gil, cogido en el círculo de luz de los focos, delgado y fino, con una cara morena estriada. Parece ser un grabado que de repente se anima por los ritmos de la samba y la bossa nova. Son los ritmos con los que Gilberto Gil creció en Bahia. El concierto en Bruselas es una representación del álbum Luminoso, alternada con canciones de su nuevo disco, lanzado en Brasil en junio. Luminoso es un conjunto filosófico de canciones en las que el cantante hace preguntas sobre el sentido profundo de la vida.
Gilberto Gil tiene sus raices en la candomblé, una religión negra del nordeste brasileño. Es músico con todo cuerpo. Parece que ha dado el sentido del ritmo y de la mùsica a su hijo, que aparece en el podio desde la tercera canción y que acompaña a su padre. En el curso de la presentación sueñan también canciones de los viejos tiempos y odas a ideales de antes, como No women, no cry, del eterno Bob Marley o When I’m 64 de los Beatles- Gil cumple 65 en junio.
Cuando inicia Aquele Abraço- Aquel Abrazo- la sala escucha en silencio. Es una de sus primeras canciones, escrita cuando Gil fue expulsado del país en 1969. Como joven artista de unos veinte años, Gil, junto con Caetano Veloso, formó la base del movimiento cultural Tropicália, el movimiento de protesta brasileño de finales de los años sesenta. Tropicália tenía una inspiración anarquista y política, con una gran admiración para los Beatles y Jimi Hendrix. El movimiento fue, a su vez, una inspiración para artistas como Kurt Cobain.
En los años sesenta, Brasil vivió bajo una dictadura militar y la música subversiva contenía provocaciones al poder militar, lo que resultó en la detención de Gil. Entre 1969 y 1972 vivió como refugiado político en Gran Bretaña, donde se baño en una nueva cultura que enriqueció aún más su identidad. Ahora, cuarenta años más tarde, Gil está al otro lado de la barricada. Cuando Lula asumió la presidencia de Brasil en 2003, pidió a Gilberto Gil de formar parte del gabinete como ministro de Cultura. Dudó un poco de un segundo plazo, pero al final lo asumió entusiastamente.
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Después de la actuación vemos a Gil backstage para una entrevista. Empezamos con el periodo Tropicália. ¿Cómo ve ahora este periodo de contracultura y resistencia política?  ‘Hay diferentes maneras para mirar este periodo. Era un tiempo ardiente y yo era joven. Era un tiempo de acciones políticas. Nosotros protestamos contra el régimen militar, pero también había manifestaciones en Paris y en los EE UU, contra la guerra en Vietnam y también manifestaron en Checoslovaquia.
Rock ‘n roll era la nueva forma de expresión de los jóvenes, había el movimiento hippie, lsd y otros alucinógenos. Para mi, personalmente, era un periodo muy existencial, un tiempo para experimentar y un tiempo de nuevos encuentros como con Caetano Veloso y con toda esa gente que después ha tenido un papel importante en Tropicália. Yo era ante todo artista, más que activista político. El partido comunista nos consideró entonces su linea auxiliar.
Fuimos la linea auxiliar, partidarios, pero no la vanguardia de la revolución.’ No añora este periodo. ‘ Creo que siempre hay periodos de innovación. Las mismas cosas que impulsaron y entusiasmaron a nosotros, no han desaparecido, sino han tomado nuevas formas. Siempre hay nuevos retos. 
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El hecho de que Gilberto Gil combina la función de ministro con la carrera de musico, ya causó alguna controversia en Brasil. Para él no es un problema y nos asegura que tiene las dos funciones  estrictamente separadas. ‘ Me doy dos meses por año para ocuparme de la música. Mi propia empresa de música se ocupa en lo financiero y en lo logístico de las actuaciones,’ Gil se defienda. ¿Cómo se sentía cuando Lula le propuso ser ministro de Cultura ?
Gil : ‘ Él creía que yo podía contribuir algo. Por su historia y su personalidad, es, como presidente, también una contribución enorme para este país. Es un enorme paso adelante para Brasil comparado con los militares.  Me veía como partidario para soportar su programa.’ Según Gil, Brasil ha cambiado mucho desde estos años sesenta y setenta : políticamente, institucionalmente y culturalmente.
‘Hemos logrado que partes del pueblo que antes fueron excluidas, ahora son incluidas. Discutimos y analizamos nuestros futuros proyectos. Hemos modernizado la vida política y institucional. Lo que, a mí, más llama la atención en estos cinco años que soy ministro, es que siempre surgen circunstancias imprevistas y sigue una discusión trás otra. Cambiar algo cuesta tiempo y un gobierno tiene una influencia limitada. Pero son las reglas de democracia. Somos nada más que un eslabón en la cadena.’   
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Para Gilberto Gil, la participación en la política formal empezó hace veinte años, cuando presentó su candidatura en las elecciones locales en Salvador de Bahia, para el Partido Verde. Logró un récord de votos y se convirtió en concejal de la ciudad en un momento en el que los negros en la política fueron una curiosidad, también en Brasil. En el mismo periodo, también era, durante un tiempo, ministro de Cultura de la comunidad de Bahia y fundó Onda Azul, un movimiento que querría preservar de polución la costa atlántica de Brasil. También pidió atención para la protección de la selva tropical.
Gil : ‘ La industrialización de la USSR, Europa y los EE UU era demasiado abrumadora y demasiado cruel para la naturaleza. El ideario ecológico es esencial para equilibrar el balance de la planeta.’ Según Gil, el gobierno de Lula sí busca alternativas en los diferentes dominios. ‘ Lula busca las posibilidades para un capitalismo diferente: para el sector financiero, el sector industrial, las familias pobres, la clase media y los pobres.
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Según Gilberto Gil, Cultura es una fuerza que penetra en toda la vida: en el trabajo, la manera de vivir, el idioma. Nuestra identidad es compuesta de cultura. Como seres humanos con sentimientos, pensamientos y deseos, somos totalmente seres culturales. Todo el poder creativo de los hombres para crear el entorno, es cultura. Gil lo nombra «  una estrategía » para llegar a tu destino. Ve un gran potencial en el desarrollo de internet y ICT.
Como fundador del movimiento Tropicália y popart Gil siempre se ha compromitido para hacer llegar música y cultura al pueblo, en este mismo sentido, ahora es gran aficionado de software libre. Dio su apoyo a la iniciativa americana Creative Commons, que aboga por una autorización limitada de los derechos de autor en el internet. En 2004 lanzó un disco con una licencia de Creative Commons.
Gil: ‘ Con las nuevas tecnologías surgen nuevas determinaciones acerca del derechos de autor. El internet populariza la música ; la consequencia lógica es que los derechos se adapten a la nueva realidad, y no al revés. La vieja industria quiere un status-quo y quiere defender sus intereses, pero no creo que sea el buen camino hacia el futuro.’ En Brasil el gobierno decidió de actualizar la legislación de los derechos de autor. La discusión sobre este asunto se producirá en el parlamento en los meses que vienen y tiene que finalizarse al fin del año.   
Gil también sueña con dar acceso a los ordenadores e internet a los pobres y de dar acceso a la banda ancha para internet en todo el país y para hacer redes. Ahora mismo hay un programa de radio digital para comunidades, establecido en una colaboración entre los ministerios de Comunicación, Ciencias, Tecnología y Educación. También hay dos mil ‘hotspots’ cultural : comunidades que recibieron dinero para cámeras y ordenadores, para rodar películas y grabar música. Intentan ampliar estos dos mil ‘hotspots’ hasta quince mil.
Gil : ‘ Lo llamamos la inclusión digital, un esfuerzo para cerrar la brecha digital. Queremos dar a los ricos y los pobres acceso, en el mismo momento y de la misma manera, a la misma tecnología. Indios, negros, estudiantes en la universidad, campesinos en ocupación de tierra, habitantes de barrios populares y favela : derechos digitales iguales para todos. La India, África del Sur, Ghana tienen programas parecidos. Tenemos la intención de utilizar la cultura digital para el desarrollo popular.’
Gil se muestra muy optimista en cuanto a la globalización y las posibilidades de ICT. ‘ Tiene que ver con mi naturaleza. Soy optimista en cuanto a la vida. La muerte nos espera en la esquina, seguro que la vamos a encontrar. Pero la vida es un regalo. Ademas es un reto tremendo para reformar este mundo hacia un lugar mejor para todo el mundo. Creo en ello.’