La agricultura de la UE en el mundo

En los últimos años, la Política Agrícola Común de la UE se ha adaptado cada vez más a los requisitos de la OMC, reduciendo sistemáticamente las subvenciones y desvinculando los gastos agrícolas de la producción. Esto significa específicamente que los agricultores, tanto en Europa como en los países en desarrollo, se han tornado más vulnerables ante este mercado, que precisamente en los últimos años se ha vuelto especialmente cambiante.

Los agricultores europeos pueden absorber las descargas con la ayuda a los ingresos, aunque el Presidente de la Unión de Agricultores, Vanthemsche, observa que la volatilidad se ha incrementado de tal manera que la ayuda a los ingresos se ha vuelto insuficiente como malla recolectora.

El sur

La inestabilidad del mercado afecta más al sur. El relator de la ONU para el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter, llama a Europa para hacer coherente la reforma de la política agraria con la política de desarrollo y crear un cuadro sólido en el cual la seguridad alimentaria puede aprovechar la oportunidad. Para conseguir eso, a los países que actualmente dependen en gran medida de las importaciones de alimentos, Europa tendría que ofrecer la posibilidad de aumentar sus tarifas de importación de los productos agrícolas, para poder proteger mejor a sus productores. Se pueden utilizar los ingresos de estas tarifas para facilitar el desarrollo rural y la infraestructura para los pequeños agricultores.

Sin embargo, aquella aproximación es perpendicular a la liberalización sucesiva del comercio de materias primas agrícolas. También es diametralmente opuesta a la práctica actual europea. En el reciente acuerdo de asociación que Europa firmó con Colombia, rechazó la aceptación de la demanda de Colombia de no incluir el debate sobre la leche en el acuerdo, para así crear un mercado de ventas para los productores de leche europeos. Colombia advirtió que 400.000 pequeños agricultores se declararían en quiebra a causa de esto.

Mercosur

En este mismo momento, Europa se vio involucrada en el debate contrario. El comisario De Gucht se esfuerza para llegar a un acuerdo con Mercosur, lo que asusta a muchos agricultores europeos. Incluso Piet Vanthemsche afirma: “Cuando noto el impacto de Mercosur en nuestra agricultura, prefiero un acuerdo multilateral dentro del marco de la OMC.” Si bien el Presidente de la Unión de Agricultores admite que la liberalización total de las materias primas agrícolas y los alimentos no funciona y que se requieren regulaciones.

Si se concluye el acuerdo de Doha o no, el intercambio de alimentos en el mercado mundial aumentará en el futuro, sobre todo porque algunas regiones, como Asia, el Oriente Medio y África del Norte, no serán capaces de lograr una autosuficiencia alimentaria por limitaciones medioambientales y un gran crecimiento de la población. Por consiguiente, la política y las regulaciones de comercio que se establecerán son de vital importancia.

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