‘La atalaya adelantada del Bastión Europa’

Unas 40 personas de Mali permanecerán en el Cigem, pagados por Europa y apoyados por la asistencia técnica de algunas agencias europeas para el desarrollo – entre ellas la Cooperación Técnica Belga (CTB). ‘El Cigem es un proyecto piloto’, dice Ilse Cougé de la Comisión Europea, ‘porque es la primera vez que la Unión Europea ayuda a un país en África Sub Sáhara con sus problemas acerca de la migración legal e ilegal, de tal modo que trata todos los aspectos del fenómeno. El centro intentará de promover las ganancias mutuas de la migración legal, demotivar la migración ilegal, aprovechar la transferencia de dinero y conocimiento desde la diáspora, y aspirar a una mejor noción del fenómeno de la migración para así desarrollar una política adecuada’.
Las organizaciones que se esfuerzan por los refugiados de África Sub Sáhara llaman al centro “una atalaya adelantada del Bastión Europa’ y apuntan sobre todo a la función desalentadora del centro. ‘Desanimar la migración ilegal hacia Europa es de hecho uno de nuestros objetivos’, admite el nuevo director del Cigem, Abdulaye Konate, ‘pero no es el único’. Ajustar la oferta a la demanda en el mercado de trabajo regional y así ayudar a más gente en África del Oeste a encontrar empleo, es igual de importante y hasta prioritario. Por eso, el centro trabajará intensivamente con la ANPE de Mali – equivalente de la VDAB belga – y su versión juvenil, la Agence pour L’Emploi des Jeunes (APEJ – Agencia para el Empleo de Jóvenes).

Amontonarse en la puerta
Las invasiones fuertemente mediatizadas de los cercos alrededor de los enclaves españoles Ceuta y Melilla, los africanos de Sub Sáhara abandonados en el desierto entre Marruecos y Argelia y las pateras que se ahogan rumbo a tierra española o italiana… hacen aparentar que masas de africanos se encuentran amontonadas en las puertas de Europa. Las medidas de seguridad draconianas como el SIVE español (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) y la puesta de la agencia europea Frontex – que ha actualizado los controles fronterizos de los estados africanos – refuerzan la sensación de inseguridad del miedoso europeo blanco. No obstante, las cifras muestran que la migración ilegal de África hacia Europa siempre fue y se mantiene restringido. De una población total de Malí de doce millones, cuatro millones viven fuera de las fronteras nacionales: 3,5 millones en el resto de África y solamente 200.000 en Europa. Konate: ‘Nuestra migración está principalmente dirigida hacia los países vecinos como Costa del Marfil y países en África Central como Camerún y Gabón.’ Muchas personas de Malí se van por falta de trabajo y se apuntan para la diáspora que procura las necesarias divisas extranjeras a Mali.
País de tránsito
A pesar de ello, después del paso del Comisario Europeo de Desarrollo Louis Michel, del Ministro de Desarrollo francés Brigitte Girardin y del Ministro de Asuntos Exteriores español Bernardino Leon, Europa encontró en Mali a un cliente interesado en un primer ‘centro de migración’ regional. Si bien es cierto que se encuentra en manos del estado de Mali, está pagado cien por ciento por Europa. Se entiende esta opción de Europa, porque Mali en los ultimos años se ha desarollado como un eslabón cada vez más importante en la migración del sur hacia el norte. Las fronteras con el mar Mediterráneo – con las felicitaciones para Marruecos, Argelia y Libia – están cada vez más herméticamente cerradas, por lo  tanto las routes d’aventure se trasladen hacia el sur. Ahora ya hay lancheros que salen de Mauritania, Senegal y hasta desde más hacia el sur. Mali se vuelve cada vez más un país de tránsito, tanto para refugiados de paso como para refoulés devueltos, quienes a menudo están abandonados de buenas a primeras en el desierto entre Argelia y Mali o – un poco más civilizado- aterrizan en avión fletado en la pista de Bamako.
El precio: diez millones de euros
Europa encarga sus inspecciones fronterizas en gran parte a países fuera de Europa y ofrece en cambio medidas de apoyo. Los países receptores conocen esta práctica y por eso no vacilan en dar la señal de alarma en cuanto a los problemas migratorios, que, según dicen, crecen constantemente. Según  el presidente libanés Muammar Khaddafi, unos dos millones de africanos esperan impacientemente para hacer la travesía desde Libia. El ‘gran líder’ desde luego sabe que así puede conseguir fondos europeos.
Sin embargo, Mali todavía no se dejó oír en ese juego de compraventa. Pero sí ha aceptado el material y el apoyo de Frontex para mejorar sus controles fronterizos. Además, mediante el nuevo Cigem, realizará una investigación sobre los flujos migratorios en la región y organizará una campaña de descrédito con respecto a los refugiados-aspirantes. Como compensación recibe de Europa el apoyo llamado co-developpement (co-desarrollo) y otros apoyos.
El hecho de que el dinero necesario para el Cigem – diez millones de euros en tres años – sale del fondo de la UE para el desarrollo (particularmente del noveno European Development Fund) es para algunos una espina en el ojo. No obstante, según la UE el desarrollo y el combate contra la migración ilegal van juntos. Entretanto, Konate no lo ve como algo malo: ‘Si tomas en cuenta que el Cigem aportará al desarrollo de Mali elaborando medidas en contra de la migración ilegal, orientando la gente hacia un empleo, financiando proyectos locales de desarrollo y ofreciendo una ventanilla única a los refugiados-aspirantes y los migrantes devueltos, ¿no se puede justificar el financiamiento?’
Trabajadores Kleenex
Está por esperarse si el nuevo centro podrá cumplir su tarea múltiple como es debido. Una de las intenciones es ayudar a los refoulés a encontrar un trabajo y un nuevo futuro. ‘Los proyectos de reintegración precedentes en la región de Kayes han fracasado completamente, ya que los ex-migrantes a menudo invirtieron el apoyo que recibieron para arriesgar una vez más la travesía’, dice Mohamed Cheick Tabouré, director del periódico de Malí Sanfin/La Nuée.
Parece que el Cigem se inspiró en el Anapec marroquí, la Agence National de Promotion de l’Emploi et des Compétences (la Agencia Nacional de Promoción del Empleo y de las Competencias). Ésta también recibió apoyo europeo y implementa ahora, por ejemplo, acuerdos bilaterales con España. Este año prometió unos miles de trabajadores temporales a España. La condición para que los recogedores de frutas pudieran trabajar en España fue que tenían que ser mujeres campesinas con una familia. Ellas seguramente se regresarían después de su temporada y no se quedarían en ‘El dorado’. ¿El Cigem también sirve para eso? ‘Cuando hay la demanda, el centro apoyará al gobierno de Mali en sus negociaciones sobre los acuerdos de migración laboral con los estados miembros de la UE y otras regiones’, así está escrito en el comunicado de prensa todavía inédito del Cigem. ‘Cuando estos acuerdos bilaterales entran en vigenciar, las posibilidades para migración laboral legal crecerán.’ Queda por esperarse si Malí en ese caso podrá fijar buenas condiciones para ‘sus’ súbditos. La Association Malienne des Emigrés (Asociación de Malí de los Emigrantes), que se unió al nombrado llamamiento de Bamako contra el Cigem, advierte de momento por el fenómeno de ‘trabajadores Kleenex’ – empleados que después de usarlos están desechados como un pañuelito de papel.